En el mes de Marzo del 2006, el ex senador George J. Mitchell empezó con una investigación que el comisionado Bud Selig le encargaría, con el objetivo de aglutinar a los peloteros que hubieran consumido esteroides, o diversas sustancias no autorizadas para mejorar rendimientos, durante sus carreras. Fue así que casi dos años de investigaciones dieron como resultado el libro "Game of Shadows", en donde ya se hablaba de hormonas de crecimiento y otras sustancias por entonces desconocidas prácticamente.
Este libro, que contenía la friolera de 409 páginas, fue publicado el 13 de Diciembre de 2007 y en él aparecieron 89 jugadores que, según estas investigaciones, habían consumido sustancias dopantes de diversos tipos. ¿Los nombres de algunos de ellos?, Gary Sheffield, Barry Bonds, Jason Giambi, Roger Clemens, Andy Pettitte, Ryan Franklin, Miguel Tejada, Mike Stanton, Eric Gagne, así como los cubanos Rafael Palmeiro y José Canseco.
No obstante han habido otros, muchísimos, que se han sido injustos con ellos. Son jugadores como los que entraron ayer, Jeff Bagwell e Ivan Rodriguez, y que nada tienen que ver con este asunto. Ninguno de los dos aparece en este informe, ni en ningún momento de sus carreras arrojaron positivo en los distintos test que les fueron efectuados.
De manera que sería muy injusto que un jugador que después de pasados los 5 años de retiro y que cuente con un bagaje ofensivo de haber sido el novato del año en el 1991 y, desde entonces haber acumulado 13 campañas seguidas con un OPS+ de 130, o más, de haber disparado un total de 449 jonrones, haber remolcado 1,529 carreras, anotar otras 1,517 y de contar además con un título MVP y 4 bates de plata, no se merezca estar donde esta hoy. Ese se llama Jeff Bagwell.
Repetimos su nombre no está en el informe Mitchell, además de que tiene a su favor que en su caso fue sometido no a uno, si no a varios test anti drogas y en ninguno dio positivo. Lo único que pende sobre él en este sentido son una serie de rumores sin fundamentos, los mismo que apuntan hacia otros de sus compañeros como David Ortíz por ejemplo, otro al que han intentado joderle su carrera.
Menos mal que eso mismo fue lo que pensaron los votantes, parece, ya que Bagwell fue de todos el que mas votos recibió dentro de la papeleta de 34 aspirantes. Incluso ya el año pasado se había quedado fuera por solo 15 votos. Tremendo inicialista, ¿que se puede decir de este jugador que estuvo optando por la triple corona en 1994, y que una absurda huelga dio al traste con su intención?. Es más, de haberla ganado hubiera sido la primera en el viejo circuito desde que Joe Medwick la obtuviera en la campaña del 1937.
Ese año, que terminó antes de tiempo desgraciadamente, disparó 39 jonrones, 4 menos que Matt Williams que era entonces el líder, y ya tenía la salvajada de 116 carreras empujadas. Su promedio al bate era de 368 y marchaba también segundo detrás de Tony Gwynn que tenia 394. Aun así, sus números le hicieron ser merecedor del título MVP antes citado.
Durante quince campañas Bagwell dejó promedio de 297 con 449 estacazos de 4 bases, 1.529 remolcadas, 1.517 anotadas, 2.314 imparables y 202 robos, y si la memoria no me falla, no ha habido un inicialista de esa liga que hubiera tenido mas de 400 jonrones y 200 bases robadas en toda la historia.
En igual tesitura se encuentra el boricua Ivan Rodriguez, quien fue otro que tuvo que encarar la clásica e incómoda pregunta: ¿utilizó usted esteroides? Al principio fue esquivo en la respuesta, pero ante una segunda pregunta no se lo pensó dos veces y le salió al paso: "No lo hice". "Yo siempre jugué este deporte de la manera correcta", dijo.
Rodríguez compareció este jueves ante la prensa junto a Bagwell y Raines, el trío que conformó la clase del 2017. A lo largo de una carrera de 21 años, Rodríguez nunca dio positivo por dopaje y su nombre tampoco fue de los mencionados en el Informe Mitchell. No obstante en su caso fue José Canseco, su ex compañero en los Rangers, quien si le perjudicó mas cuando aseguró en su libro que Ivan había sido uno de los que él le inyectó esteroides.
Basta decir que Canseco se convirtió en un especialista en esto de suministrar las dosis, y lo hizo a niveles de especialistas, razón por la cual muchos peloteros le buscaban para que él les aconsejara la forma de utilizarlos sin causarle daños al organismo. Fue por eso que José se convirtió en un " doctor de dogouts".
No obstante Ivan manifestó que el "trabajo fuerte, dedicación y disciplina" le permitieron alcanzar el Salón de la Fama en su primer año en la papeleta. La pulga, como se le llamó siempre, es apenas el segundo catcher que entra al salón de los inmortales en su primera vez, además es el cuarto Boricua que lo logra, los otros tres son Roberto Clemente (1973), Orlando Cepeda (1999) y Roberto Alomar (2011)
Su expediente es amplio, se retiró como el cátcher con más juegos (2.427) y más hits (2.749 de su total de 2.844) en la posición. Aunque ganó con los Marlins, fueron los Rangers de Texas el equipo que le descubrió en Puerto Rico cuando tenía 16 años y con el que obtuvo el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1999.
Por último es justo decir que fue tan bueno en su profesión que puso fuera al 42% de los corredores que intentaron robarle bases, lo que constituye la tasa más alta de un receptor con por lo menos 480 partidos jugados desde que esta estadística empezó a registrarse en la temporada del 1974.
En fin señores que lo importante de todo esto es que los votantes se han dado cuenta que al fin que los rumores no pueden ser un obstáculos para peloteros de este calibre, ya lo vimo el año pasado con Mike Piazza, y sería muy injusto boicotear a alguien sin fundamentos. De manera que todo ese grupo, ente los que se encuentran Alex Rodríguez, Curt Schilling o el mismo David Ortíz entre otros, quizás a partir de ahora puedan dormir más tranquilos que parece que todo será cuestión de tiempo.
Ya va siendo hora que el Salón de la Fama y sus votantes limen sus asperezas con el béisbol, al menos con este tipo de jugadores que han tenido carreras tan impresionantes. Pienso que el salón de la fama tiene que seguir adelante con el objetivo que fue creado y por eso un caso como el de Rafael Palmeiro, por ejemplo, no puede caer en el olvido.
Raffy ha sido uno de los más grandes de todos los tiempos, pero vaya sin discusión ninguna, al punto que solo Willie Mays, Hank Aaron y Eddie Murray han podido atesorar lo que él consiguió, 569 jonrones y los 3020 hits. ¿Cree alguien que estas estadísticas son fruto de un positivo?, vamos no me jodan. A mi modo de ver creo que el Salón de la Fama hizo lo correcto el año pasado con Pizza, y lo volvió hacer esta vez.
Jane Forbes, la directora ejecutiva de este recinto, dejó bien claro que no se puede dañar la reputación de nadie, aun cuando haya pertenecido a una era en que los steroides eran el pan nuestro de cada día. "Sabemos que ellos provienen de esa era, pero los recibimos de la misma forma cómo lo hacemos con cualquier otro en la historia del béisbol. Así es como el museo está lidiando con este asunto y lo estamos haciendo de una forma muy franca", dijo la ejecutiva. Por Pepín/Baseball al instante.
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